Rakesh y Saluja son dos ávidos soñadores. Dos almas libres nacidas en la jaula de una pequeña ciudad. Se cansan de ser dos puntos en el horizonte. Desean el horizonte en sí mismo. Y entonces empaquetan sus aspiraciones en bolsas gastadas, azotan una bufanda de confianza alrededor de sus orgullosos cuellos y se exponen. En un viaje a lo largo y ancho del país, como Bunty y Babli.